On Sunday, Pope Francis walked along the Via del Corso to pray at a crucifix in the church of San Marcello on the Corso, which in 1522 was carried throughout Rome to bring an end to plague. Pope Francis prayed for an end to the coronavirus pandemic. (Photo, Vatican Media)
In an interview with Italian journalist Paolo Rodari, Pope Francis shared his prayer he offered on his pilgrimage to the Roman churches of Saints Mary Major and Marcello on the Via del Corso last Sunday.
“I asked the Lord to stop the epidemic: ‘Lord, stop it with your hand.’ That is what I prayed for.”
Francis offered the following advice:
“We need to rediscover the concreteness of small things, the small acts of kindness shown to those who are close to us, family, friends.
“We need to realize that our treasure lies in small things. There are tiny gestures that sometimes get lost in the routine of everyday life, gestures of tenderness, affection, compassion, that are nevertheless decisive, important.
“Listening to one another is important because we understand one another’s needs, struggles, and desires. There is a language made of concrete gestures.”
“We are all children of God, and he watches over us. Even those who do not have the gift of faith, can find their way through the good things that they believe in. We can believe in the love of the people around us, and there we can find hope.”
El domingo, el Papa Francisco caminó por la Vía del Corso para hace oración ante un crucifico en el Iglesia de San Marcello en el Corso, que en 1522 fue llevado por toda la ciudad de Roma para acabar con una plaga. El Papa Francisco oró para que termine la pandemia del coronavirurs. (Foto, Vatican Media)
En una entrevista con el periodista italiano, Paolo Rodari, el Papa Francisco compartió la oración que él ofreció en su peregrinación a las iglesias de Roma, la Iglesia de Santa María la Mayor y la de San Marcello al Corso el domingo pasado.
“Le pedí al Señor que detuviera la epidemia: ‘Señor, detenla con tu mano.’ Esa fue mi oración.”
El Papa Francisco dio este consejo:
“Necesitamos redescubrir lo concreto de las cosas pequeñas, los pequeños actos de bondad hacia las personas cercanas a nosotros, nuestros familiares y amigos.
"Necesitamos entender que nuestro tesoro está en las cosas pequeñas. Hay detalles que a veces se pierden en la rutina de la vida diaria, muestras de ternura, afecto, compasión, que sin embargo son decisivas, importantes.
"Escucharnos unos a otros es importante porque así entenderemos las necesidades, luchas y deseos de los demás. Existe un lenguaje hecho de gestos y detalles concretos.
"Somos hijos de Dios y él nos protege. Hasta las personas que no tienen el don de la fe, pueden encontrar su camino en la vida a través de las cosas buenas en las que ellos creen. Podemos creer en el amor de las personas que nos rodean, y ahí podemos encontrar esperanza.”
www.vaticannews.va. 3/18/2020
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